lunes, 26 de marzo de 2012

Todos felices en Asturias



Tras las elecciones vienen los aplausos, a sí mismos, todos han ganado. Sus resultados les convencen y les dan la razón, a todos. Una vez más han ganado, todos ellos. La derecha está contenta porque, aunque FAC y PP no se traguen y se acusen mutuamente de todo, las urnas han dicho que la nueva Asturias es de derechas. La izquierda, si tal nombre merece, también sonríe porque las urnas, a ellos, les dicen otra cosa. Les dicen que la derecha ha perdido las elecciones en Asturias, el PSOE las ha ganado, IU ha crecido y UPyD han entrado en el cotarro, otrora negado, y ahora Asturias es más plural. Pues qué bien, cómo me alegra ver a nuestros profesionales de la política felices, aunque raramente se les ve tristes, preocupados o con problemas económicos, salvo cuando ya están a puntito de entrar en prisión. Bueno, al menos ellos están bien, las subvenciones a los partidos políticos han subido en estas elecciones y eso es bueno para ellos. Los demás nos tenemos que joder con menos de lo poco que teníamos. Pero, en fin, las urnas han hablado y, como siempre, han tenido buenas palabras para todos. Los resultados colman las portadas y los brindis y los abrazos llenan los periódicos de felices instantáneas. Los asturianos les hemos dado nuestra confianza.
Espera un momento. ¿Todos? ¿Una mayoría considerable? NO, resulta que el 44´02% de los asturianos no han ido a votar, La participación en estas elecciones ha sido del 55´98%. Y, digo yo, cuando la mitad no juega, la noticia no debería ser el resultado del partido. Pero la abstención no entra dentro de lo analizable,  no cuenta. La ciudadanía que no se traga el cuento no cuenta. Los gráficos se confeccionan a partir de la participación en un evento que, no una minoría sino el 44% considera inútil. El 44% de los asturianos no le ha dado su confianza a NINGÚN político profesional.
Al 44% de los asturianos que no hemos ido a votar, se nos llamará ahora, como se nos ha llamado en otras ocasiones, irresponsables. Se nos dirá que luego no tendremos derecho a quejarnos y estupideces similares a sabiendas de que, porque de todos es sabido, es quien acepta las normas quien no puede reclamar. Es quien da su confianza a plazo fijo, cuatro años, quien luego se tiene que comer con patatas su irresponsable acto. Es el voto depositado en la urna el que luego esgrimirá el político corrupto, o el inepto, o ambos, a grito de "Los ciudadanos han depositado en MÍ su confianza" y nos meterá una reforma laboral por el culo, o un rescate a la Banca, o un déficit público vergonzante, cuando no en una guerra, mientras ondean la papeleta. Vale, no voy a hablar por todo ese 44% como hacen los líderes de los partidos del porcentage que les ha votado. Cada uno sabrá por qué lo ha hecho, pero sin duda, lo más responsable es no meter la mano en la ratonera. Yo, personalmente no puedo depositar mi confianza plena en alguien que si me traiciona se lleva un sueldo de por vida. A alguien que me lleva a la ruina y en la operación sale forrado y ningún partido político, ningún dirigente ha pagado todavía por su mala gestión, muy al contrario, cuando la cagan pierden unas elecciones y se van con una paga.

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